martes, 30 de abril de 2013

¡SALUDOS, TRABAJADORES DEL MUNDO!



Se inicia el quinto mes del año 2013 con la celebración del DIA INTERNACIONAL DEL TRABAJO, recordando la jornada épica de 1886, en Chicago-EE.UU.  Día de gloria para el obrero y trabajador, mujeres y hombres en el mundo entero, se unen para rendir tributo a sus mártires, para enarbolar las banderas de la reivindicación social, promocionar la solidaridad obrera, la unión que da las fuerzas necesarias para avanzar, la ratificación de los derechos sociales.
En Ecuador, “Con motivo del Centenario del Primer Grito de Independencia, el 10 de agosto de 1909 se realizó el Primer Congreso Obrero Ecuatoriano. En 1911, por iniciativa de la Asociación de Abastecedores del Mercado de Guayaquil, se conmemoró, por primera vez, el 1º. de Mayo, que los trabajadores ecuatorianos continuaron recordando en los siguientes años. El gobierno de Leonidas Plaza Gutiérrez, mediante decreto del 23 de abril de 1915, consagró “el Primero de Mayo de cada año, día feriado para los obreros del Ecuador”. Al año siguiente (1916) se decretó en el país la jornada de 8 horas, aunque fue sistemáticamente burlada. Hubo protestas, huelgas y reivindicaciones de la clase obrera ecuatoriana no solo para avanzar en la conquista de sus derechos, sino también para lograr el respeto y la generalización de la jornada de 8 horas. En Guayaquil, la huelga obrera convocada con estos propósitos fue reprimida el 15 de noviembre de 1922 con una escandalosa matanza de trabajadores.”[1] 

Desde su establecimiento en la mayoría de países (aunque la consideración de día festivo fue en muchos casos tardía) por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889, es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago. Estos sindicalistas anarquistas fueron ejecutados en Estados Unidos por su participación en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas, que tuvieron su origen en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde, el 4 de mayo, en la Revuelta de Haymarket. En la actualidad es una fiesta reivindicativa de los derechos de los trabajadores en sentido general, y se celebra en muchos países.

Una de las reivindicaciones básicas de los trabajadores era la jornada de 8 horas. El hacer valer la máxima: «ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa».

En la actualidad, muchos países rememoran el Primero de Mayo como el origen del Movimiento Obrero moderno. Hay algunos que no lo hacen, siendo en general países de colonización británica, como Estados Unidos de Norteamérica y Canadá, que celebran el Labor Day (Día del Trabajo) el primer lunes de septiembre; Nueva Zelanda, el cuarto lunes de octubre. En Australia, cada estado federal decide la fecha de celebración: el primer lunes de octubre en el Territorio de la Capital Australiana, Nueva Gales del Sur y Australia Meridional; el segundo lunes de marzo, en Victoria y Tasmania; el primer lunes de marzo, en Australia Occidental; y el primero de mayo en Queensland y el Territorio del Norte.

En 1954 el papa católico Pío XII apoyó tácitamente esta jornada de memoria colectiva al declararla como festividad de San José Obrero. Últimamente se viene denominando a este día como Día Internacional del Trabajo.

En Portugal el Día Internacional de los Trabajadores se comenzó a celebrar libremente tras el triunfo de la Revolución de los claveles el 25 de abril de 1974. Mientras que en las grandes ciudades se realizan manifestaciones promovidas por los sindicatos como la Inter-CGT (Confederación General de Trabajadores Portugueses - Inter) o la Confederación Sindical de UGT (Unión General de Trabajadores) en otros lugares como en el Algarve se acostumbra a realizar comidas campestres.[2]

EN NUESTRA UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOJA, la celebración tiene trascendencia con los actos planificados por el Sindicato Único de Trabajadores  ”La Argelia”, organización que por haberse inclinado a la patronal en el lapso 2008-2012, casi se convierte en un apéndice de la patronal,  y todavía no es reprimida ni ahogada por la administración actual, pero que debe estar en guardia, alerta, ya que con los nuevos dirigentes, la unidad de sus trabajadores, pretenderá ser mancillada, lo cual debe ser combatido con solidaridad, integración de sus miembros y consolidación de sus bases.

Para el sector administrativo, docente y estudiantil, es una demanda pendiente, porque ante la arremetida de la patronal, desconociendo la historia y la vigencia de las organizaciones sociales, sus empleados, profesores, graduados y egresados, estudiantes en general, mujeres y hombres, sus asociaciones se han desmantelado pero las bases mantienen latente su lealtad a los principios de izquierda revolucionaria auténtica, no de aquellos pregoneros de la incertidumbre, que sumisos al poder imperante, pretenden dividir la conciencia de sus servidores, que esperan con ansias y participan con oculto fervor en el proceso que renovará la dirección institucional, para manifestarse en una nueva aurora con los representantes surgidos de la democracia de las bases, que irrumpirán en contra de las relecciones impuestas y el continuismo de los oportunistas.

En esta fecha magna, SALUDAMOS A LOS TRABAJADORES DEL MUNDO, especialmente a los obreros y empleados, intelectuales y manuales que con su denodado esfuerzo intelectual y físico, honran al libro y al azadón, a la poesía y al martillo, a la música y al arado, para día a día, engrandecer a sus familias y a la sociedad en general, manteniendo en sus almas la esperanza de mejores días para la Alma Máter lojana y el Ecuador.

Hecha la convocatoria para renovar autoridades de nuestra Universidad Nacional de Loja, los invitamos a cerrar filas en torno a los representantes que las bases proclaman y proponen sean nuestras autoridades.  Con dignidad los exhortamos a decir con personalidad propia: NO A LA REELECCIÓN NI AL CONTINUISMO.

¡TENEMOS A RAFAEL, YA TENEMOS RECTOR!

La Coordinadora General